«La importancia de establecer una relación con los estudiantes está al servicio de favorecer o facilitar el aprendizaje. En ese sentido el docente tiene que conocer y observar las singularidades que tienen sus estudiantes, porque no todos aprenden o se motivan de la misma manera. Sabemos que podemos tener estudiantes que están viviendo situaciones muy difíciles a nivel familiar, tener problemas mentales o capacidades diversas». expresa Lilibeth García Cadillo, psicóloga clínica, tutora y egresada de la maestría con Mención en Docencia Universitaria de la Universidad Ruiz de Montoya, en el Webinar: La importancia del vínculo estudiante-docente en un contexto de educación virtual.

Proceso de duelo

«Creo que el primer paso es reconocer que estamos atravesando un proceso de duelo», y que esto se debe no solo por la pérdida de seres querido, sino también por el cambio en el modo de vida: «Muchos docente, estudiantes, han perdido su espacio, la escuela, la universidad y la posibilidad de socializar, de encontrarse de una manera viva a través de los cuerpos, el abrazo». Todo esto se pierde en la modalidad virtual, indica la especialista.

¿Por donde empezar?

«Pasar de un enseñanza presencial a una virtual puede haber generado angustia, tensión, desmotivación, inseguridades». En este nuevo contexto de educación virtual, la psicóloga clínica hace énfasis en la importancia de reflexionar sobre los cambios que debemos plantear, y sobre lo que debe permanecer: «Las metodologías y las técnicas se pueden reinventar, pero nuestros principios son los que fundamentan nuestra ética como docentes, son el espíritu de nuestras acciones».

Rol docente

«Información no es igual que formación». La expositora señala que en el mundo actual, los docentes son claves para acompañar al estudiante y evitar que se ahogue en el océano de información que tienen al alcance de un clic: «El docente debe brindar una direccionalidad, es decir, organizar y estructurar los propósitos y contenidos de aprendizaje, y a la vez dar lugar a la construcción y al papel activo del estudiante».

Cómo formar el vínculo estudiante-docente

«Reconocer con quiénes estamos en el aula es algo difícil por la cantidad y por el medio virtual, sin embargo, no hay que renunciar a esta función (…) que ahora es más difícil pero hay otras formas en las que podemos estar atentos», sostiene Lilibeth García, y advierte:

«Esta no es una labor extra, es una labor central porque no hay aprendizaje posible si no se toma en cuenta su subjetividad (…) el aprendizaje es posible si el docente encarna un rol provocador que despierte la chispa de querer aprender en sus estudiantes, lo que es posible si le apasiona lo que enseña».

Asimismo comparte algunas recomendaciones para generar el vínculo en el medio virtual, como hacer uso de herramientas colaborativas de aprendizaje para fomentar la interacción y la construcción colectiva dentro y fuera de clases: «Lo peor que se puede hacer es querer seguir actuando como si no hubiera un cambio. Hay que aceptar que algo se pierde y tratar de ver formas en las que los estudiantes se identifiquen o encuentren sentido a sus aprendizajes», asegura.

Espacios colectivos para la reflexión

«La reflexión es tan importante como las capacitaciones sobre aspectos metodológicos». La ponente apunta que si no hay reflexión, las capacitaciones en general no van a ser de mucha ayuda. «Lo ideal sería que institucionalmente hayan espacios donde se pueda tener estos diálogos. Donde todos se pongan a pensar juntos», recomienda.